Los pies zambos o equinovaro es uno de esos diagnósticos relativamente frecuentes en nuestra especialidad, y que -a pesar de lo impactante que puede resultar cuando lo informamos- con el tratamiento correcto, tienen una magnífica solución.
El pie equinovaro es una malformación congénita del pie, que hace que éste aparezca con la planta rotada al interior y con cierta inclinación hacia arriba de la punta. Aparece en, aproximadamente, 1/1.000 bebés y en muchas ocasiones afecta a ambos pies, siendo más frecuente en niños que en niñas.
Diagnóstico prenatal
Los avances en Medicina Fetal nos permiten anticiparnos en el diagnóstico del pie equinovaro, pudiendo asesorar a la familia durante el embarazo y evitar a los papás el impacto visual y la sorpresa que ocasionaría descubrir esta anomalía en los pies de su bebé en el momento del parto.
Una de las grandes ventajas de nuestra especialidad es ofrecer un enfoque multidisciplinar y un seguimiento especializado de cualquier alteración. Así, el seguimiento del pie zambo se realizará de forma conjunta con traumatólogos pediátricos. En nuestro caso, confiamos en la especialista la Dra. Irene de Gálvez, que informará a los papás sobre el tratamiento que necesitará su bebé y sus altas tasas de éxito.
¿Cuándo podemos diagnosticar el pie zambo?
Normalmente, lo podemos ver en torno a la semana 20 de embarazo aunque, en ocasiones, podemos verlo algunas semanas antes.
A veces, se trata de un hallazgo transitorio, que puede deberse a las extrañas posturas que adoptan los bebés dentro del útero. Por eso, cuando sospechamos por primera vez que el bebé pueda tener pie zambo, recomendamos repetir la ecografía, para descartar que se trate de algo postural.
Tratamientos
La mayoría de casos se solucionan con férulas o yesos progresivos que, en algunos casos, irán acompañados de una mínima cirugía, consistente en una pequeña incisión con anestesia local en un tendón.
Así que… ¡tranquilidad! Puede que recibir este diagnóstico resulte aparatoso, pero, a día de hoy, los tratamientos tienen resultados excelentes y, a largo plazo, el desarrollo del bebé es totalmente normal.