El cordón umbilical, de forma normal, está formado por una vena y dos arterias, que unen al bebé (a través del ombligo) con la placenta. Por tanto, la gran mayoría de cordones están formados por tres vasos, y es lo que llamamos Cordón Trivascular.
Sin embargo, en algunas ocasiones (1% de los embarazos, aproximadamente), el cordón está formado tan sólo por una arteria y una vena. Es decir, falta una de las dos arterias. A esto es a lo que llamamos Arteria Umbilical Única. En estos casos, el bebé recibe la misma cantidad de sangre que recibiría si el cordón tuviera las dos arterias, ya que esa #arteriaúnica se encarga de transportar el doble de flujo.
El control ecográfico durante el embarazo nos permite comprobar la presencia de las dos arterias a la altura de la vejiga del feto, que es donde se separan para bordearla por ambos lados.
En el caso de diagnosticar Arteria Umbilical Única será de gran importancia comprobar si se trata de un hallazgo aislado o, por el contrario, si se encuentran otros marcadores que puedan hacer pensar en algún tipo de anomalía mayor. Para ello, revisaremos el riesgo de cromosomopatías y haremos hincapié en la valoración cardíaca y en los riñones del bebé, dada su leve asociación con malformaciones en estos órganos.
Una vez que hemos comprobado que todo está bien, podemos concluir que se trata de un hallazgo aislado y, por fortuna, con muy poca importancia clínica. Sólo será necesario controlar el crecimiento fetal, por su escasa relación también con el retraso de crecimiento intrauterino.
Así que… ¡Tranquilidad! 😊 Si habéis recibido diagnóstico de ‘arteria umbilical única’ y se os han realizado todas estas comprobaciones para concluir que se trata de un hecho aislado, debéis continuar vuestro embarazo de forma tranquila.
Además, recordad que las arterias umbilicales no tienen ninguna función una vez se corta el cordón después del parto, por lo que el bebé no tendrá ningún tipo de problema en su vida fuera de la barriguita.